Si hay un personaje de referencia en la vida social, cultural y política de la Málaga del siglo XIX, ésa es Amalia Heredia Livermore. Hija del todopoderoso industrial Manuel Agustín Heredia y de su mujer, Isabel Livermore Salas, se hizo por méritos propios con un lugar destacado en la Málaga de la época. Amalia reforzó esa posición tras su matrimonio con Jorge Loring, con quien consiguió cotas de poder e influencia excepcionales: su finca de La Concepción desplazó el eje del clan de La Alameda, convirtiéndose durante décadas en el epicentro de la vida social, cultural y, sobre todo, política. Alumbraron también el Museo Loringiano y su colección de libros y antigüedades fueron de las mejores del país. Sin embargo, la ruina eclipsó los últimos años de la pareja, en especial de Amalia, que tuvo que despojarse de casi todo ese legado histórico para mantener la posición familiar.
Amalia Heredia: Una vida de luces y sombras. Con Ana Pérez-Bryan
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