Nuestras democracias se enfrentan a un fenómeno inquietante: la creciente falta de respeto por la opinión de quienes no forman parte de nuestro grupo de referencia. Esto lo vemos continuamente en las redes sociales, en artículos de opinión de la prensa, incluso en reuniones de amigos. Si el ideal de una sociedad plural supone la convivencia pacífica de opiniones divergentes sobre los asuntos públicos, la realidad de nuestros días se caracteriza por lo contrario. ¿Cuáles son las causas de este fenómeno? ¿Qué aspectos de la democracia liberal están siendo erosionados y cuánto debe preocuparnos? ¿Existe alguna forma de frenar esta deriva intolerante para, con ello, reforzar la propia democracia?
Democracia e intolerancia en la era digital. Con Fernando Vallespín
/ Política