Coetánea de la Generación Perdida y amiga de algunos de sus miembros más relevantes, Djuna Barnes fue una autora que rompió los códigos y los moldes de su época. Su obra fundamental, la novela El bosque de la noche, llevaría a T. S. Eliot a afirmar que Djuna Barnes era “el genio más grande de nuestros días.” La sombra de Dostoievski y de los personajes rebeldes de la literatura clásica planean sobre esta obra en la que su protagonista, la joven Robin Vote aparece atraída por la fascinación del abismo, de lo prohibido. París sirve de marco, como ocurriera en algunas obras de Hemingway, Scott Fitzgerald o Thomas Wolfe, para una historia en la que afloran algunas de las zonas más penumbrosas del ser humano.