En 2015, durante su primera tentativa para alcanzar la Casa Blanca, cuando competía en las primarias del Partido Republicano por la nominación presidencial, Donald J. Trump, un empresario inmobiliario con problemas financieros reconvertido en agresivo presentador de un programa de telerrealidad llamado The Apprentice (El Aprendiz), fue capaz de ganar la atención de los medios de comunicación masivos y procurarse un enorme conocimiento entre los votantes.
Leslie Moonves entonces presidente de la CBS, el gigante mediático estadounidense, afirmó entonces, “sabemos que Trump es un problema para Estados Unidos pero magnífico para la televisión”.
Algunas estimaciones aseveran que en la campaña presidencial de 2016, en la que resultó ganador, Trump sólo invirtió un tercio del presupuesto de su rival, a la que derrotó, Hillary Clinton.
Diez años después, Trump, lastrado por problemas judiciales y después de haber alentado el asalto al Capitolio en 2021, ha regresado a la Casa Blanca, ganando el voto popular y llevando al extremo sus estrategias.