Debido a problemas en el suministro eléctrico, la actividad queda aplazada hasta nuevo aviso.
Ante la certeza de un futuro próximo donde viviremos con menos recursos, menos energía y en entornos ambientalmente más adversos, amar las ciudades pasa por asumir las complejas y radicales transformaciones que plantea la agenda del ecourbanismo. La agricultura urbana se ha convertido en una herramienta indispensable para impulsar estos cambios. Metáfora de la creatividad social, la capacidad ciudadana puede devolver el valor de uso a espacios abandonados, cuidar la naturaleza urbana o relocalizar, democratizar y ecologizar los sistemas alimentarios. Los huertos durante las crisis dan de comer, pero especialmente ayudan a revincular personas y mantener la esperanza. Entre sus bancales resulta sencillo imaginar y cultivar mundos mejores.