El Cementerio de San Miguel es uno de los camposantos históricos de la capital junto con el Cementerio Inglés. Su origen está fijado a finales del siglo XVIII, cuando una real cédula de Carlos III (1787) prohibió de manera expresa los enterramientos en las iglesias, tal y como era costumbre hasta la fecha. Las autoridades locales miran entonces a este terreno a las afueras de la ciudad, que poco a poco se va convirtiendo en el lugar de descanso eterno de las grandes familias de Málaga. Los Larios, los Loring o los Heredia tienen en el cementerio sus fabulosos panteones y nichos, algunos de ellos auténticas joyas de la arquitectura funeraria. En paralelo al Cementerio de San Miguel se construyó el de San Rafael, destinado a las clases más modestas. La charla recorre ambos espacios y algunas de sus historias más singulares, como el caso de gánster Alvin Karpis, el preso que más tiempo estuvo recluido en Alcatraz y que fue enterrado en San Miguel; o el enterramiento temporal de Torrijos y sus hombres antes de que se construyera el obelisco de la plaza de la Merced.
El Cementerio de San Miguel: Vida eterna al abrigo de las grandes familias de Málaga
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