Recientemente se ha descubierto que en el transcurso de la Edad del Bronce hubo un cambio genético radical en la península ibérica; un cambio que ha quedado marcado hasta nuestros días. Grupos de hombres procedentes de las estepas de la actual Rusia se instalaron en nuestra Península. Las culturas de esa época poseían ya entonces los primeros indicios de espiritualidad y rituales ligados a los solsticios, germen de tradiciones que se han perpetuado hasta hoy en día (Navidad, hogueras de San Juan, etc).
Del impacto y las características únicas en nuestras tierras, y de sus muchas curiosidades, hablará en su conferencia el arqueólogo que descubrió esta primera e íntima relación de Oriente en “nuestro” más cercano Occidente, ¡los genes que llevamos todos!