Compartió cuna con Manuel Agustín Heredia y Martín Larios, primer marqués de la saga. Y del pequeño Valle de Cameros de Logroño desembarcó en la capital, donde alumbró ‘El almacén de los malagueños’, que pasará a la historia por ser el primero en tener escaleras mecánicas y tarjetas de crédito y que es ya una referencia sentimental e histórica del comercio local. Además, su ojo para los negocios hacía ‘temblar’ la bolsa de Barcelona. Pero su legado va más allá de la empresa y lo tenemos muy cerca: las famosas casas de Félix Sáenz en el paseo de Reding.
Félix Sáenz: El comerciante total que alumbró ‘El almacén de los malagueños’
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