Manhattan Transfer, la obra maestra de John Dos Passos, es una de esas novelas que encierran en sus páginas toda una ciudad. Del mismo modo, aunque con técnicas narrativas diferentes, que James Joyce lleva a cabo un retrato de Dublín o Alfred Döblin de Berlín, Dos Passos rinde homenaje a Nueva York y amplía los horizontes de la ciudad elevándola, como hiceran Joyce y Döblin, a una categoría mítica. A través de un cúmulo de personajes muy diferentes, el lector tiene una vista panorámica del Nueva York previo al Crack del 29. No solo una ciudad sino todo un mundo y una época quedan reflejados en esta novela absorbente de uno de los más destacados miembros de la Generación Perdida.