Los ayatolás y el retroceso de los derechos de la mujer iraquí. Con Waleed Saleh
A lo largo del siglo XX, la mujer iraquí, con pasos firmes y a la sombra de sistemas políticos laicos, supo conquistar con decisión pequeñas parcelas de derechos demostrando su valía y talento en liderar proyectos sociales, científicos e incluso políticos. A partir de la década de los treinta, muchas mujeres culminaron sus estudios universitarios y ocuparon cargos destacados: hubo médicas, abogadas y juezas, incluso una ministra, Naziha al-Dulaimi, la primera mujer en el mundo árabe en ocupar una cartera ministerial, en 1958. Siguiendo los pasos de aquellas primeras mujeres, otras destacaron en el campo de las letras y la ciencia, como la poetisa Nazik al-Malaika y la arquitecta Zaha Hadid. Pero la invasión estadounidense del país en 2003 significó una involución y un retroceso en los derechos y las libertades para la sociedad iraquí, especialmente para la mujer. EEUU no tardó en entregar Iraq al vecino Irán para ser gobernado por partidos políticos religiosos protegidos por milicias armadas. Como consecuencia, y con un control ejercido por los clérigos chiíes, la mujer iraquí ha ido perdiendo los derechos adquiridos con tanto esfuerzo y han aparecido nuevas prácticas que menoscaban sus libertades, como el matrimonio temporal (mut‘a) o el matrimonio de menores.