Un hombre aparece muerto con unas bragas de mujer en el bolsillo. La viuda encarga la investigación del caso a un “huelebraguetas” gallego, un detective privado de complejo pasado. Lo que parecía ser un ajuste de cuentas sexual se convierte en un ajuste de cuentas político que tiene como fondo la sociedad española a medio camino entre la muerte de Franco y el intento de consolidación democrática.