Estas memorias presentan la novela de la vida de Manuel Gutiérrez Aragón: gran fabulador, gran cineasta y gran escritor. Un niño pasa una larga temporada en la cama porque le han detectado una mancha en el pulmón, aviso de tuberculosis. Los familiares, solícitos, lo cuidan, le cuentan historias y le regalan libros. El niño imagina, fantasea, se adentra en el reino de la ficción. Con el tiempo, ese chico se convertirá en un fabulador: el cineasta —y desde hace unos años, notabilísimo escritor— Manuel Gutiérrez Aragón, que ahora nos presenta sus memorias.
Aparecen en estas páginas la infancia cántabra y el almacén familiar; Santander en la guerra y la posguerra, con aquel barco-prisión fondeado en la bahía; el colegio y la iniciación sexual. Y después el salto a Madrid, la militancia política, el paso por la Escuela de Cine para pasar a ser uno de los directores más relevantes del cine en nuestro país.