(Madrid, 1962). Comenzó a escribir al mismo tiempo que a hacer caligrafía y mucho antes de descubrir, a través de Enid Blyton, Alejandro Dumas, Fiodor Dostoievski y Julio Cortázar, en este orden, la lectura como adicción. Estudió durante once años en un colegio de curas, donde descubrió que Dios no existe o que, en el caso de que exista, es mucho mejor permanecer lejos de él. Fue también boy scout, lo quele permitió tener al menos en una época de su vida contacto con la naturaleza. Al final de su adolescencia sintió un impulso irresistible hacia el periodismo y formó parte de los equipos fundadores de dos revistas culturales (todavía no se hablaba de fanzines), Esperpento y Perchero. Con ese pretexto pudo entrevistar a algunos ilustres muertos de la historia de la literatura, como Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Antonio Buero Vallejo o Julio Cortázar.
Su primer libro publicado, en 1990, fue Los oscuros, una colección de cuentos que mostraba los rastros literarios de Jorge Luis Borges. Posteriormente ha ido publicando las novelas La dulce ira (Alfaguara, 1995), La muerte de Tadzio (Alfaguara, 2000, galardonada con el Premio Ramón Gómez de la Serna), Los amores confiados (Alfaguara, 2005), Las manos cortadas (Alfaguara, 2009), La mujer de sombra (Anagrama, 2012). En 2002 publicó un segundo libro de cuentos con el título El alma del erizo, pero además ha colaborado en numerosos volúmenes colectivos de relatos. En el año 2009 ganó el Premio Antonio Machado con el cuento “Los años más felices” y en el 2012 obtuvo el Premio Vargas Llosa NH por el relato “Los dientes del azar”. En su bibliografía hay un título singular: Amante del sexo busca pareja morbosa, una colección de cartas pornográficas reales que recopiló y editó. Colabora ocasionalmente como articulista en El Viajero, Babelia, El País, Shangay Express y otras publicaciones periódicas.