Si existe una metodología filosófica afín a la búsqueda del saber esa es, sin duda, la conversación. Desde Sócrates, pasando por Montaigne o Habermas, la conversación ha sido valorada como fundamento de aprendizaje, pero también como soporte para establecer vínculos y crear comunidades. A esto se le añade una seña identidad no menor: la de disfrutar del arte de conversar. La hegemonía de los medios de comunicación contemporáneos en los procesos comunicativos supone un riesgo para estos procesos conversacionales. Cuestiones como la censura, la autocensura, la libertad de expresión o el miedo a la cancelación ponen en riesgo las bondades de la conversación. En este encuentro trataremos de analizar algunos de estos aspectos.