La ecoansiedad es una respuesta lógica a la gravedad de la situación climática. Dependiendo de cómo la gestionemos, puede convertirse en una fuente constante de agotamiento y afectar a nuestra salud mental o bien convertirse en una aliada para la acción climática. La esperanza activa, enraizada en la acción y respaldada por la información y la educación ambiental, es clave para transformar sentimientos como la frustración y el miedo en impulsores del cambio. No hay respuestas sencillas ni soluciones mágicas para reducir los impactos de la crisis climática y ambiental, pero sin duda el primer paso consiste en informarnos y plasmar esa información en actos individuales y colectivos, sin agobiarnos en el intento. ¿Por dónde empezamos?
Transformar la ecoansiedad en acción climática. Con Irene Baños
/ Medio ambiente