Coincidiendo con la celebración del 8 de Marzo, «Día internacional de las mujeres trabajadoras», Ortiz-Nuevo nos plantea que en el íntimo origen de lo Flamenco habita el coraje y la desinhibición de la mujer para pronunciarse altiva en alaridos de placer, de melancolía, de dolor y de súplica, con una capacidad natural y más libre para provocar el estremecimiento y la pasión.
El término «plañidera», en otro tiempo tan usado, no existe en masculino; «Los hombres no lloran»; «El hombre que quiere cantar debe dejarse llevar por su parte femenina…» «Quién canta las Nanas?» Estas son imágenes que conocemos y que ahora nos sirven de reflexión para estudiar este arte tan emotivo y singular desde nuevas perspectivas.