Gracias a la beca que la Fundación Juan March le asignó en 1973, Cristina García Rodero pudo trabajar a contracorriente en una época en la que cualquier lazo con la tradición se suponía reaccionario, una pérdida de tiempo y, aún peor, una mirada a un pasado que todavía era presente y dolía en las entrañas de un pueblo silenciado durante décadas. Con miles de horas de trabajo de sol a sol se logró esta colección de fotografías lejos del estudio que podrían ilustrar un largo curso de folklore español.
Enfrente de estas críticas, el trabajo hercúleo de España oculta reside en el firme propósito de atestiguar el verdadero tesoro artístico y etnográfico que aguardan los rincones más desconocidos de nuestra geografía. Esta obra con un fuerte carácter documental, pero que nunca ha sido un calco sumiso de lo real, tuvo por objetivo el registrar las fiestas, tradiciones y rituales que reflejasen el alma de un país tan rico en su cultura y tradiciones.
Comenzó a finales de 1973 a recorrer la España más recóndita, y también la más olvidada, con una cámara y el pundonor de alguien que se embarca en una empresa que se dilató hasta los quince años, y todo para viajar por los cuatro puntos cardinales del país para preservar la memoria popular de la injusta carencia del relato oral.
Ese viaje que se inició en la década anterior culminó en la edición del libro España oculta en 1989, que se convirtió instantáneamente en un hito fundamental en la historia de la fotografía en nuestro país y con el que se le abrieron las puertas de galerías y museos del mundo entero en los que alcanzó la fama internacional.
En 2024, cinco décadas después de aquella beca que, en palabras de García Rodero, «le cambió la vida» y le ha permitido «llevar cincuenta años haciendo realidad un sueño», el libro vuelve a publicarse, al tiempo que se unen en la organización de la exposición Cristina García Rodero. España oculta la Fundación Juan March, el Círculo de Bellas Artes en Madrid, el Centro Cultural La Malagueta de la Diputación de Málaga y el IVAM Centre Julio González.
Son imágenes capturadas por los ojos de una mujer que construyó su propia España oculta plagada de ritos que entremezclan lo sagrado y lo profano, lo solemne y lo cómico, el éxtasis y el arrebato; y todo bajo el omnipresente paso del tiempo frente a la vida y la muerte de un país vacío y vaciado.
Porque en esta obra se encuentra el constante anhelo de comprender los recursos y el funcionamiento del alma humana, a los quince años que conformaron la culminación de España oculta se sumaron y se sumarán otros muchos años más de persecución eterna para la instantánea perfecta de una fotógrafa inagotable. Y ha sido esta obsesión, y no ninguna otra cosa, lo que le ha concedido a Cristina García Rodero su libertad.
© Cristina García Rodero ©España oculta, 1989