El fútbol moderno arranca en 1995 con la sentencia del caso Bosman. Una fecha que significó un hito en los derechos de los profesionales y en la libre circulación de los jugadores dentro de la Unión Europea. Desde entonces, puede decirse que el fútbol tal y como se conocía no volvió a ser el de antes. Sin embargo, un cambio quizá mayor se produjo con la entrada de fondos de inversión, incluso de Estados, en el control de los clubes, lo que ha permitido convertir a viejas instituciones en entidades con capacidad de inversión casi ilimitada.
El círculo parece haberse cerrado con el auge de las redes sociales y las nuevas tecnologías. El resultado de todo ello es una revolución que está afectando no sólo al negocio futbolístico, también a sus íntimas estructuras deportivas. Con dos especialistas reputados, como Santiago Segurola, periodista y escritor y Fernando Iwasaki, autor de ‘El sentimiento trágico de la liga’, reflexionaremos acerca de las claves de esa transformación en marcha y de sus posibles consecuencias.