España es un país lleno de gente muy brillante. Siempre lo ha sido, siempre ha habido un buen número de artistas, escritores, periodistas, comunicadores, humoristas, cineastas, músicos, cantantes, filósofos, abogados, empresarios, sociólogos, científicos, antropólogos, historiadores, activistas, médicos, arquitectos, ingenieros, economistas, profesores, investigadores o intelectuales que han honrado su profesión, que han elevado el nivel ético, cultural y educativo, que han contribuido al desarrollo económico y social y al bienestar de la gente, que han arrojado luz sobre nuestro país o los tiempos que les ha tocado vivir.
La clave del brillo y la reputación de esta clase de personalidades se suele deber a una afinada mezcla de valores muy nobles que acostumbran acompañar a un talento natural: honestidad profesional y personal, esfuerzo, espíritu de sacrificio, tesón, empeño, valentía, capacidad de adaptación a las circunstancias y de superación de las adversidades y un gran afán por mejorar o embellecer el mundo.
Conocer las vidas de la gente brillante y honesta resulta muy inspirador. En un mundo en el que sobra tanta mentira, impostura, indecencia, ineficiencia, chapuza, crueldad, frivolidad y maldad, las personas distinguidas por la verdad, la excelencia, la generosidad y la limpieza moral son oro puro y están destinadas a convertirse en referentes sociales de primera categoría.
La vocación de este ciclo es, precisamente, mantener conversaciones con ese tipo de admirables personalidades de la sociedad española. Se trata de que evoquen su trayectoria, transmitan su forma de entender la vida y proyecten su mirada sobre el presente convulso y un cada vez más incierto futuro.
Ciclo Vida Pública